Un potente sismo de magnitud 8,8 en la península rusa de Kamchatka ha desencadenado alertas de tsunami en varios países de la cuenca del Pacífico, con olas ya confirmadas en territorio japonés.
Un terremoto de magnitud 8.8 ocurrido a las 23:25 GMT del martes frente a las costas del sur de la península rusa de Kamchatka ha provocado alertas de tsunami en múltiples países del océano Pacífico.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) emitió alertas de tsunami de máximo nivel en todo el estado de Hawái y las Islas Aleutianas de Alaska. Además, elevó a nivel naranja (segundo en la escala de tres colores) el aviso para toda la costa oeste de Estados Unidos y Canadá.
El presidente Donald Trump se pronunció sobre la situación a través de Truth Social, instando a "mantenerse fuerte y seguro" y mencionando que Japón también se encuentra en la zona afectada.
Las autoridades emitieron alertas de tsunami para las prefecturas de Hokkaido y Wakayama, esperando olas de hasta 3 metros.
Alertó sobre la llegada de olas de "menos de un metro" entre las 13:20 y 14:40 hora local, advirtiendo a más de 20 provincias costeras que se mantengan alejadas de las playas.
Activó su segundo mayor nivel de alerta, previendo olas de entre 0.3 y 1 metros en las costas sureste y suroeste a partir de las 13:18 hora local.
Mantuvo estado de alerta por tsunamis con altura inferior a 0.5 metros, según su Agencia de Meteorología, Climatología y Geofísica.
Emitió alerta para sus costas del Pacífico, esperando alturas menores a 20 centímetros a partir de las 02:00 horas locales del 30 de julio. La alerta abarca desde Ensenada hasta Puerto Madero, e incluye también costas de Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Según la NOAA, las olas de tsunami podrían llegar también a las costas de Ecuador, Chile y Colombia. Las autoridades ecuatorianas confirmaron que "existe una alta probabilidad de que se genere un tsunami que afecte a las costas de Ecuador" por el sismo de magnitud 8.8 en Rusia.
Esta situación representa una respuesta coordinada internacional ante una amenaza natural de gran escala, con múltiples países activando sus protocolos de emergencia y sistemas de alerta temprana.