Los Ángeles. – Las redadas migratorias volvieron con fuerza a Los Ángeles este miércoles, luego de que agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ejecutaran un operativo encubierto conocido como ´Operación Caballo de Troya´.
Los oficiales llegaron ocultos en un camión de mudanzas, y una vez estacionados frente a una tienda, salieron para detener a inmigrantes en la vía pública, desafiando una orden judicial vigente que prohíbe arrestos indiscriminados.
El operativo culminó con la detención de al menos 16 personas y fue documentado en video por un reportero de la cadena FOX, quien iba dentro del camión de alquiler de la compañía Penske que fue utilizado para camuflar a los agentes.
Detenciones en el corazón de la comunidad inmigrante
El incidente tuvo lugar frente a una tienda Home Depot en el barrio Westlake, a escasas cuadras del Parque MacArthur, una zona ampliamente reconocida como el centro de la comunidad inmigrante en la ciudad. Las imágenes del operativo fueron compartidas en redes sociales por altos funcionarios del Gobierno del expresidente Donald Trump, quienes adoptaron una postura abiertamente desafiante.
"Para quienes pensaban que la aplicación de la ley migratoria se había detenido en el sur de California, piénsenlo de nuevo", declaró el fiscal federal interino, Bill Essayli, a través de su cuenta en X (antes Twitter).
Esto ocurre a pesar de que el mes pasado un juez federal emitió una orden de restricción temporal, que prohíbe detener a personas sin una sospecha razonable y por criterios como raza, idioma o tipo de trabajo. La medida fue ratificada por el Noveno Circuito de Apelaciones, lo que refuerza su vigencia en al menos siete condados del área metropolitana de Los Ángeles.
Reacciones, denuncias y alerta comunitaria
Testigos del operativo relataron que el camión de Penske se acercó a un grupo de trabajadores informales frente a la tienda y que el conductor les habló en español, solicitando ayuda laboral. Al acercarse, los agentes, que estaban enmascarados y escondidos en la parte trasera, salieron y comenzaron a perseguir a los presentes.
Un video difundido por el colectivo Unión del Barrio muestra cómo, tras realizar los arrestos, los oficiales volvieron al camión y abandonaron el lugar. La empresa Penske, por su parte, afirmó no haber sido informada del propósito con el que se alquiló el vehículo y se deslindó del operativo.
Según el Departamento de Seguridad Interna (DHS), el objetivo era detener a sospechosos vinculados a la pandilla salvadoreña MS-13. Sin embargo, el abogado Mark Rosenbaum, de la organización Public Counsel, acusó a la Administración Trump de mentir al público al declarar que estos operativos se enfocaban exclusivamente en delincuentes peligrosos como asesinos, violadores y narcotraficantes.
La redada se produjo apenas dos días después de que abogados que demandan al Gobierno advirtieran a la comunidad de posibles violaciones judiciales y pidieran reportar irregularidades.
Ron Góchez, vocero de Unión del Barrio, alertó que estos operativos, aunque han disminuido, no han cesado completamente. "No podemos confiarnos. Este presidente no va a respetar las decisiones de las cortes que no nos favorecen. Solo el pueblo organizado se puede defender", subrayó el activista.
La ´Operación Caballo de Troya´ revive el temor en las comunidades migrantes de Los Ángeles, reavivando el debate sobre los límites de la autoridad federal, el cumplimiento de los fallos judiciales y el respeto a los derechos humanos en el marco de la política migratoria de EE.UU.