Quito bajo tensión: Policía y militares refuerzan seguridad ante amenazas de protesta indígena

La capital ecuatoriana amaneció bajo fuerte presencia militar y policial luego de que la Conaie amenazara con movilizaciones masivas si el Gobierno no revierte medidas económicas como la eliminación del subsidio al diésel.

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Quito bajo tensión: Policía y militares refuerzan seguridad ante amenazas de protesta indígena

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Quito.– Las autoridades ecuatorianas han reforzado la presencia policial y militar en Quito, frente a la advertencia de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) de movilizarse masivamente hacia la capital si no se atienden sus principales demandas.

Entre ellas, se encuentra la derogación del decreto que eliminó el subsidio al diésel, una medida que ha encendido las tensiones sociales.

La Policía Nacional concentró a más de mil agentes en la ciudad durante la mañana del viernes, para coordinar acciones de control del orden público y garantizar la seguridad en medio del segundo día de un feriado nacional de cuatro días.

De forma paralela, las Fuerzas Armadas han desplegado tropas adicionales en la capital ecuatoriana y se espera la llegada de más efectivos en las próximas horas.

Entre los grupos convocantes a las manifestaciones están organizaciones indígenas, colectivos feministas, estudiantes y movimientos sociales, quienes preparan una gran movilización denominada "Marcha pacífica de vida y resistencia", prevista para el domingo. Esta iniciará en el sur de Quito y culminará en el parque El Arbolito, punto emblemático de concentración en protestas anteriores.

Imbabura: punto crítico del conflicto

El foco más delicado de las protestas se mantiene en la provincia de Imbabura, al norte del país, donde los bloqueos llevan ya 19 días continuos. El comandante de Policía, Pablo Dávila, aseguró que se están coordinando acciones con el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas para contener los disturbios, especialmente en Ibarra, capital provincial.

Los manifestantes han impedido la apertura de comercios y amenazado a quienes intentan trabajar, lo que ha provocado una reacción ciudadana que se ha volcado a las calles para exigir el derecho a la libre circulación y al trabajo.

  • Mientras tanto, el Gobierno insiste en que la prioridad es restablecer la paz en la zona y atender las preocupaciones sin ceder a presiones que, según afirman, podrían estar siendo aprovechadas por grupos infiltrados con intenciones desestabilizadoras.

Durante la noche del jueves, se produjo un allanamiento en San Miguel del Común, donde según el ministro del Interior, John Reimberg, se hallaron bombas molotov y otros explosivos artesanales. Además, se incautaron herramientas utilizadas para crear barricadas.

Las protestas ya han cobrado la vida de un manifestante indígena, han dejado múltiples heridos y más de un centenar de personas detenidas. Doce de estos están siendo procesados por delitos de terrorismo tras un ataque a un cuartel policial en Otavalo.

Crisis social y demandas sin respuesta

La Conaie exige la revocación del decreto que eliminó el subsidio al diésel, la reducción del IVA del 15 al 12 %, y la liberación de todos los detenidos.

Sin embargo, el Gobierno del presidente Daniel Noboa ha dejado claro que no cederá a las dos primeras demandas, y sobre los presos ha señalado que su liberación es competencia exclusiva del sistema judicial.

En medio de la creciente tensión, el Ejecutivo sostiene que los actos violentos registrados en varias provincias responden a acciones coordinadas por sectores infiltrados dentro de las protestas, cuyo verdadero objetivo sería desestabilizar la democracia y generar caos institucional.


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