Qué lo acaben

Santo Domingo.– Ya es hora de cerrar este capítulo. La reforma laboral ha pasado por todas las mesas, comisiones y debates posibles. El ministro Eddy Olivares Ortega lo ha dejado claro: la decisión final está en manos del Congreso.

El Gobierno ya cumplió su papel de mediador y los empresarios hicieron sus propuestas.

Seguir prolongando el proceso solo genera incertidumbre. El país necesita reglas claras, no discusiones eternas. Un Código de Trabajo de 1992 no puede seguir rigiendo un mercado laboral del siglo XXI. Que el Congreso decida ya, y que todos respeten su veredicto. Basta de darle vueltas.