Sobreviviente del Jet Set: "Todavía estoy sufriendo, no puedo superar la tragedia"

Patricia Ovalles regresa al lugar del derrumbe en Jet Set, aún afectada por la tragedia que dejó cientos de víctimas. Reacciones a las medidas judiciales y la nueva ley de seguridad en locales.

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Patricia Ovalles, una de las sobrevivientes del derrumbe ocurrido en la discoteca Jet Set, regresó por primera vez a la zona cero cuatro meses después del suceso. Visiblemente afectada, aseguró que aún no puede superar la tragedia que dejó 236 fallecidos y cientos de heridos.

"Todavía estoy sufriendo, no me he recuperado ni de la pierna ni del trauma. Me da mucha tristeza venir. Me siento igual que el primer día", expresó entre lágrimas.

Ovalles relató que salvó su vida de manera milagrosa, tras haber permanecido atrapada durante horas bajo los escombros del colapso, ocurrido en la Feria Ganadera, y que aún arrastra secuelas físicas y emocionales.

Como ella, decenas de familiares y allegados del grupo Los Dorados de Haina se congregaron este viernes 8 en el lugar del siniestro, como lo hacen cada mes, para rendir tributo a sus seres queridos y exigir justicia por las vidas perdidas.


Corte de Apelación mantiene medidas a los imputados

Mientras tanto, la Tercera Sala de la Cámara Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional desestimó los 26 recursos de apelación interpuestos por el Ministerio Público y los querellantes en el caso.

La decisión ratifica las medidas de coerción impuestas a los hermanos Espaillat, dueños del local, quienes deberán continuar con garantía económica de 50 millones de pesos, presentación periódica e impedimento de salida del país.

El tribunal declaró el caso como complejo y sostuvo que los imputados no representan peligro de fuga, ya que han demostrado arraigo y disposición para colaborar con la investigación.

La decisión generó reacciones inmediatas entre los presentes. "Dios es el justiciero, él sabrá qué hacer con ellos... llevan muchas muertes sobre sus hombros", expresó una doliente.

Otros asistentes denunciaron que la justicia en República Dominicana solo actúa con los pobres. "Si hubiese sido un infeliz, hace rato estuviera en La Victoria", reclamó un familiar de una de las víctimas.


El dolor sigue presente

La jornada de este viernes también incluyó una misa en honor a las víctimas, donde familiares compartieron el dolor que aún los acompaña.
"Cuatro meses sin él ha sido muy duro... dejó cuatro hijos, uno de dos y otro de nueve años", lamentó una mujer entre sollozos.

El futuro del local siniestrado, que sigue en pie pero abandonado, ha dividido opiniones. Algunos proponen su transformación en un espacio de memoria, mientras otros exigen su demolición inmediata, al considerar que representa una herida abierta para la comunidad.

"Mi hija no puede pasar por aquí, da la vuelta porque le hace daño, eso hay que taparlo o eliminarlo", señaló una residente de la zona. Otros abogan por que se declare de utilidad pública y se construya allí un lugar donde los dolientes puedan reunirse y honrar la memoria de sus seres queridos.


Nueva ley y dudas sobre su alcance

En medio del reclamo de justicia, entra en vigencia el nuevo Código Penal, que establece penas de 5 a 10 años de prisión y multas de hasta 30 salarios mínimos para propietarios de locales comerciales o de espectáculos que, al violar normas de seguridad, provoquen muertes múltiples.

Aunque se reconoce como un avance, varios manifestantes cuestionaron la reducción de la pena máxima, originalmente planteada en 20 años. "Eso es una burla para todos los que murieron aquí. Nos quieren cansar, pero no lo lograrán", advirtieron.

El grupo Los Dorados de Haina reiteró que no cesará su lucha. "Vamos a seguir reclamando justicia por cada uno de nuestros hermanos. Teníamos la esperanza de una decisión justa, pero aún no la hemos visto", concluyeron.

El dolor persiste, y con cada visita a la zona cero, se renuevan la memoria, la indignación y la firme voluntad de no dejar que esta tragedia quede impune.