Argentina auténtica: el viaje soñado al alcance de miles de dominicanos
Con visa americana se pueden explorar la magia del tango, los sabores del sur y los paisajes de la Patagonia.
El viaje organizado por Visit Argentina permitió recorrer esa esencia: cultura viva, gastronomía de excelencia y escenarios que enamoran a primera vista.
Actualizado: 06 de Octubre, 2025, 07:04 PM
Publicado: 06 de Octubre, 2025, 06:43 PM
ARGENTINA.– Argentina se revela como un mosaico de sabores, emociones y paisajes. En siete días, el visitante puede disfrutar de dos caras complementarias: la energía cosmopolita de Buenos Aires y la belleza natural de Bariloche.
El viaje organizado por Visit Argentina permitió recorrer esa esencia: cultura viva, gastronomía de excelencia y escenarios que enamoran a primera vista.
Día 1: llegada al corazón porteño
La aventura comenzó la madrugada del 30 de septiembre, con la llegada al Hotel Ibis Obelisco, en pleno centro de Buenos Aires. Tras el descanso inicial, el grupo visitó la Feria Internacional de Turismo (FIT), donde destinos de todo el país mostraban su oferta cultural y natural.
Al caer la tarde, la ciudad desplegó su elegancia. A las siete, el icónico Faena Hotel abrió las puertas del Rojo Tango Show, una experiencia inmersiva donde la música, la danza y la pasión porteña se funden bajo luces escarlatas.
La noche concluyó con una muestra de la alta cocina argentina en el restaurante El Mercado, acompañada por los aromas del Malbec y los matices de la cocina contemporánea del país.

Día 2: sabores y barrios con historia
El 1 de octubre comenzó con una experiencia dulce: una cata de alfajores en Dulce de Leche & Co, donde cada bocado resumía la identidad repostera del país. Este negocio fue premiado por tener el mejor dulce de leche de Argentina.
Luego, el recorrido por San Telmo reveló su encanto bohemio y su mercado lleno de antigüedades. Caminando por calles de inspiración europea, el grupo llegó al almuerzo en Cantina La Popular, un lugar emblemático donde se sirven milanesas desde los años cuarenta.
Esa misma tarde el recorrido continuó en La Boca, con sus casas de colores y la icónica calle Caminito, donde el arte vive al aire libre y la estatua de Messi es el principal atractivo. Allí, turistas hacen fila para tomarse una foto con su ídolo.
La jornada cerró con una cena con piano y velas en Brighton, uno de los cafés más tradicionales de Buenos Aires, donde el tiempo parece haberse detenido entre vitrales y columnas de madera.

Día 3: arte, libros y vuelo hacia la Patagonia
El 2 de octubre fue una invitación a descubrir la elegancia de Buenos Aires. La visita al Teatro Colón, una de las joyas acústicas del mundo, permitió recorrer su historia entre mármoles y cortinajes rojos.
Luego, en El Cuartito, el grupo comió una de las mejores pizzas: la cuatro quesos y la fugazzeta. Este local, con gran fama, es una parada obligatoria para locales y turistas.
La tarde incluyó una visita a la librería Ateneo, instalada en un antiguo teatro. Este paraíso para lectores es tan bello que hay que estar allí para entender la emoción que transmite.
Más tarde, la experiencia continuó en Matea, el primer bar de mates en Latinoamérica, donde se aprendió sobre la tradición y el ritual de compartir.
Al final del día, el grupo se trasladó al aeropuerto para tomar el vuelo hacia San Carlos de Bariloche, inicio de la segunda parte del viaje.
Día 4: el circuito chico y la inmensidad de los lagos
La mañana del 3 de octubre amaneció entre montañas. Desde el Hotel Cristal, en el centro de Bariloche, la guía Ayelén condujo al grupo por el Circuito Chico, una ruta panorámica que abraza el lago Nahuel Huapi y culmina en el Cerro Campanario.
Este cerro, de mil metros de altura, fue catalogado por National Geographic como uno de los miradores más bellos del mundo. La subida en aerosilla ofrece una vista impresionante a medida que se asciende.
Una vez en la cima, el viento golpea la cara, pero lo resistes porque estás bajo el éxtasis de la vista. El almuerzo fue en una cervecería cercana a la Colonia Suiza, asentamiento original de inmigrantes suizos.
El lugar conserva sus edificaciones originales al pie de los montes, ahora verdes y con cimas nevadas. La tarde continuó con una caminata al Mirador Brazo Tristeza, un lugar donde el silencio acompaña cada paso.
La jornada cerró con una cena gourmet en Awita, en el Hotel La Cascada, donde el lago se contempla desde grandes ventanales.
Día 5: la estepa, los caballos y el hielo
El 4 de octubre tuvo aroma a tierra y viento. Comenzó con una cabalgata por la estepa patagónica organizada por Sí Turismo, una experiencia que permitió sentir la inmensidad del paisaje y compartir un almuerzo campestre entre mates y relatos.
De regreso al hotel, la tarde libre dio paso a una noche especial: cena en Bar Nené y visita al Ice Bariloche, el bar de hielo donde vasos, paredes y mesas están hechos de cristal helado.
Bajo luces azules, la temperatura y la emoción bajaron al mismo nivel.
Día 6: el adiós entre velas y veleros
El 5 de octubre fue la despedida perfecta. Tras hacer check-out en el Hotel Cristal, el grupo se dirigió al Camping Petunia, punto de partida para un paseo en velero por el lago Nahuel Huapi.
La conversación del capitán, el viento como guía y las montañas reflejadas en el agua resumieron todo lo vivido: la intensidad del tango, la dulzura del alfajor y la calma de la Patagonia.
Por la tarde, el vuelo de regreso marcó el cierre del viaje, pero también el inicio de una certeza: Argentina se lleva en la memoria y en el paladar.
Destacados
|- Experiencias imperdibles: show de tango en el Faena, cata de alfajores, librería Ateneo, cabalgata en la estepa, Ice Bariloche y paseo en velero.
|- Sabores para recordar: la fugazzetta porteña, el dulce de leche artesanal y la trucha patagónica.
|- Sensaciones: del ritmo urbano de Buenos Aires al silencio inmenso de Bariloche.

Lissette Rojas
Lissette Rojas, desde 2001, escribe historias con detalle, empatía y vocación literaria. Su ejercicio profesional está marcado por una especialidad en Banca y Finanzas, y otra en Derechos de las Mujeres y la Niñez. Estas áreas forman parte esencial de su trayectoria periodística, que comenzó en el ámbito de la cultura, la economía y los reportajes de investigación.
Su talento ha sido reconocido con diversos premios. En 2009 ganó el Concurso de Cuentos de Radio Santa María con «La niñera» y «El Grito». Un año antes, obtuvo menciones de honor en Casa de Teatro con «En territorio de niños herejes», y en la Alianza Cibaeña con «La mosca que haría temblar a Suiza» y otros cuentos.
Cree que el periodismo, como la literatura, debe ser un humanismo constante que explique el mundo sin renunciar a transformarlo.
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