Anomalías en proceso judicial de Álvaro Uribe generan preocupación internacional.
Bogotá.- Un grupo de 26 expresidentes de 13 países iberoamericanos solicitó a la ONU y a la OEA que intervengan ante las “graves afectaciones” a los derechos humanos del exmandatario colombiano Álvaro Uribe, quien este viernes conocerá la pena por los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal.
Los exmandatarios, miembros de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (Grupo IDEA), enviaron una carta al alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk; a la relatora especial sobre la independencia de magistrados y abogados, Margaret Satterthwaite; al secretario general de la OEA, Albert Randim; y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
“Acudimos ante ustedes para que (...) asuman la histórica responsabilidad de salvaguardar el Estado constitucional y de derecho en Colombia”, expresaron los firmantes.
A juicio de los expresidentes, el proceso judicial contra Uribe está “plagado de anomalías”, que han derivado en una condena judicial de primera instancia, afectando sus derechos fundamentales.
“Las anomalías de dicho proceso constituyen afectaciones sistemáticas a sus derechos amparados por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 y la Convención Americana sobre Derechos Humanos”, señalaron.
Uribe, de 73 años, líder del partido de derecha Centro Democrático, fue hallado culpable de soborno en actuación penal y fraude procesal, convirtiéndose en el primer expresidente colombiano condenado penalmente.
Las víctimas acreditadas en el caso, encabezadas por el senador de izquierdas Iván Cepeda, han alertado a la ONU y a la CIDH sobre posibles presiones externas, particularmente de Estados Unidos, hacia el sistema judicial colombiano.
La jueza Sandra Heredia dará a conocer esta tarde la pena que deberá cumplir el exmandatario, la cual podría oscilar entre cuatro y ocho años de prisión, presumiblemente en régimen domiciliario.
Álvaro Uribe Vélez, expresidente de Colombia entre 2002 y 2010, ha sido una de las figuras políticas más influyentes y polarizadoras de América Latina en las últimas décadas. Conocido por su política de “seguridad democrática” y su férrea lucha contra las guerrillas, Uribe ha mantenido una activa presencia en la vida pública tras dejar el poder, convirtiéndose en el principal referente del partido de derecha Centro Democrático.
Sin embargo, su trayectoria política ha estado marcada por múltiples controversias, entre ellas señalamientos por presuntos vínculos con el paramilitarismo y la presión sobre testigos en casos judiciales.