El acuerdo impondría aranceles del 15% a productos europeos y obligaría a la compra de 750.000 millones de dólares en energía estadounidense, aumentando los costos europeos.
Roma.- Roma.- La Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), el mayor sindicato del país, advirtió este lunes de que, si se confirman las informaciones preliminares sobre el nuevo acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y EE.UU, la UE ha aceptado una "rendición incondicional" que puede desencadenar una "tormenta perfecta" y colapsar la economía de Europa, especialmente la italiana.
En un duro comunicado, el secretario confederal de la CGIL, Christian Ferrari, señaló que el pacto, aún pendiente de formalización, "más que un acuerdo político, se asemeja a una auténtica capitulación", al conceder enormes ventajas comerciales a EE.UU. sin una contraprestación equivalente para los países europeos.
"Basta con enumerar los puntos", señala el líder sindical, al destacar la imposición de aranceles del 15 % a productos europeos, mientras que las exportaciones estadounidenses quedarían exentas. A esto se añadiría un compromiso europeo para la compra de 750.000 millones de dólares en gas y petróleo estadounidense durante los próximos tres años, lo que agravaría los ya altos costes energéticos en la región.
Ferrari también denunció que el pacto incluiría 600.000 millones de dólares en nuevas inversiones europeas en EE.UU., lo que podría traducirse en deslocalización industrial y pérdida de empleos en Europa.
El acuerdo también prevería la compra de armamento estadounidense, con el objetivo de llevar el gasto militar europeo al 5 % del PIB, en línea con compromisos asumidos en el marco de la OTAN.
El dirigente lamentó con ironía la posible renuncia europea a aplicar la tasa digital a las grandes tecnológicas estadounidenses, la exención de la tasa mínima global para multinacionales de ese país, y la limitación de relaciones comerciales con China y los países BRICS, considerados mercados clave para las exportaciones europeas "para agradecer al presidente (de EE.UU., Donald) Trump el trato que nos ha dispensado".
"Todo esto tendría repercusiones gravísimas sobre el sistema productivo continental y sobre el empleo", advirtió Ferrari, quien alertó de que las nuevas reglas fiscales impuestas por la gobernanza económica europea, que reintroducen políticas de austeridad "que causaron tanto daño en el pasado reciente", limitarán aún más la capacidad de respuesta de los Estados.
Por eso, sostiene que "sin un cambio radical de una línea política tan autodestructiva, existe un riesgo real de que se desencadene una tormenta perfecta sobre la economía europea y, en particular, sobre la italiana".