Relato de una mujer que estuvo 17 minutos sin pulso: “Todo se volvió negro y no había nada”
Victoria Thomas perdió la conciencia durante una sesión de ejercicios y estuvo al borde de morir en un gimnasio en el Reino Unido
Actualizado: 30 de Julio, 2025, 01:05 AM
Publicado: 29 de Julio, 2025, 09:00 PM
ESTADOS UNIDOS.– ESTADOS UNIDOS.- Victoria Thomas, una contadora de 35 años de Gloucester apasionada por el deporte, jamás imaginó que una rutina de ejercicios en 2019 cambiaría su vida para siempre. Sin antecedentes familiares de problemas cardíacos y en excelente forma física, participaba en un campamento de entrenamiento cuando, tras una sesión de levantamiento de pesas, comenzó a sentirse inusualmente agotada y mareada.
"Le dije a mi amiga que no sentía ninguna fuerza ni energía, como si me la hubieran abandonado. También me sentía un poco mareada. Justo cuando lo dije, me desplomé de repente en el suelo", relató Victoria al medio británico Mirror.
Los paramédicos llegaron rápidamente e iniciaron maniobras de reanimación cardiopulmonar, pero los intentos parecían infructuosos. El corazón de Victoria permaneció detenido durante 17 minutos, tiempo durante el cual experimentó lo que muchos describen como una experiencia cercana a la muerte.
"Cuando sucedió, todo se volvió negro y no había nada, entonces me di cuenta de que estaba mirando hacia abajo a mi cuerpo. Estaba flotando cerca del techo y me miraba en el suelo del gimnasio. Lo primero que pensé fue que mis piernas se veían muy gordas. Y cuando vi una foto mía tomada minutos antes de desplomarme, vi que, de hecho, tenía las piernas hinchadas", explicó Victoria, quien no experimentó la típica "luz al final del túnel" que otros relatan.
"Nunca se dieron por vencidos conmigo. Los minutos pasaban, pero se negaron a dejar de intentarlo. Era tan joven, estaba en forma y sana, y todo había sido completamente inesperado", recordó con gratitud hacia el equipo médico que la salvó.
Finalmente, el corazón de Victoria volvió a latir. Fue trasladada al Hospital Real de Bristol, donde permaneció tres días en coma. Al despertar, los médicos le implantaron un desfibrilador para reiniciar su corazón en caso de otro paro. A pesar de la gravedad del episodio, Victoria retomó rápidamente su vida activa.
"Volví a jugar al netball tres semanas después de que me ocurriera, con mi desfibrilador. Fue un shock cada vez que se disparó, pero me permitió seguir con mi vida normal, por lo que estoy muy agradecida", compartió.
Sin embargo, la aparente recuperación ocultaba un problema más profundo. En los meses siguientes, su corazón volvió a detenerse en varias ocasiones, aunque el desfibrilador logró devolverle el ritmo cada vez.
En 2021, Victoria quedó embarazada. "Estar embarazada fue maravilloso, pero ejerció presión sobre mi corazón y comencé a sufrir paros cardíacos regularmente, aunque el marcapasos se activaba", relató. Durante la gestación, a las 24 semanas, los especialistas finalmente le informaron el motivo subyacente: la enfermedad de Danon.
Según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH), esta es "una condición genética rara que se caracteriza por el debilitamiento del músculo cardíaco (cardiomiopatía) y de los músculos utilizados para el movimiento (miopatía de los músculos esqueléticos) y la discapacidad intelectual". Se trata de un tipo de trastorno de almacenamiento lisosomal, donde los compartimentos celulares no pueden descomponer adecuadamente las moléculas.
"Cuando leí la carta del equipo de genética contándome lo que tenía, tenía 24 semanas de embarazo de Tommy y me sorprendí tanto que no pude asimilarlo", recordó Victoria. Frente a la sugerencia médica de interrumpir la gestación, decidió esperar.
A las 30 semanas, la acumulación de líquidos complicó su función respiratoria y los médicos indicaron una cesárea de emergencia. Tommy nació sano y, afortunadamente, sin la mutación genética de la enfermedad.
Seis meses después del nacimiento, una evaluación clínica reveló que el corazón de Victoria funcionaba al 11% de su capacidad, cifra cercana al umbral de insuficiencia terminal. Los médicos le comunicaron que le quedaban pocos meses de vida.
"Les pregunté a los médicos cuánto tiempo me quedaba y me dijeron que solo me quedaban un par de meses. Fue devastador. Solo podía pensar en Tommy. Juré que no lo dejaría", relató.
Victoria ingresó en la lista de espera urgente para trasplantes. Dos corazones aparecieron como posibles donantes, pero nuevas pruebas descartaron su uso. "Cada vez me llenaba de esperanzas, pensando que esto era todo, que me salvarían. Y luego me dijeron que la operación no podía seguir adelante. No sabía si encontrarían un corazón a tiempo. Había perdido toda esperanza".
En abril de 2023, finalmente se halló un corazón compatible. La cirugía de trasplante se realizó en el Hospital Queen Elizabeth de Birmingham. Victoria pudo regresar a su domicilio en mayo, después de siete meses de hospitalización continua.
"Había estado hospitalizada desde el primer cumpleaños de Tommy en octubre y ahora por fin estaba en casa con él. No podía creerlo", manifestó. La recuperación fue notable: retomó la práctica deportiva, volvió a entrenar netball cuatro veces por semana y se sumó al equipo nacional británico de voleibol de trasplantes. Tiene previsto competir en los Juegos Mundiales de Trasplantes en Alemania.
Los estudios familiares confirmaron que el caso de Victoria es esporádico, no hereditario, por lo que Tommy no presenta riesgo de desarrollar la enfermedad.
"Estoy pasando tiempo como madre con mi hijo y he vuelto a practicar el deporte que amo. Siento que me han dado una segunda oportunidad en la vida y en ser madre. Es el mejor regalo que podría haber pedido", concluyó Victoria, cuya historia demuestra la importancia de no rendirse ante la adversidad y el poder transformador de la medicina moderna.
