“Esta calle no está apta para gente, esto es para animales”: comunidad de Juan Tomás clama por atención tras 20 años de abandono

Santo Domingo.- Luego de más de dos décadas de espera, los residentes de la comunidad Juan Tomás, en el municipio de La Victoria, denuncian el abandono estatal y exigen con urgencia el asfaltado de calles, acceso a agua potable, mejor servicio eléctrico y mayor seguridad.

A pocos días del regreso a clases, los moradores expresan preocupación por el estado de las vías que, con cada lluvia, se convierten en lodozasales intransitables.

"Cuando llueve es terrible el estado en que llegan esos niños, vienen con mucho lodo, muchos se ausentan por la misma situación", lamentó una comunitaria.

A pesar de haber realizado múltiples protestas, incluyendo el bloqueo del tránsito en la avenida Circunvalación de Santo Domingo, sus reclamos siguen sin respuesta.

“Desde que tengo uso de razón esta calle está igual. Me iba con los zapatos en la mano. Esta calle no está para vehículos ni para gente, es para animales”, expresó con impotencia otro residente.

Vidas en riesgo por el tendido eléctrico

Además del mal estado de las calles, la comunidad enfrenta una grave crisis eléctrica. En los últimos cinco meses, al menos diez viviendas se han incendiado y se han reportado pérdidas humanas a causa del deteriorado sistema de tendido.

“Las condiciones del camino no están ni para caballos”, agregó un vecino indignado.

El servicio de agua potable es igualmente precario. “El agua viene los viernes y se va de una vez. Tenemos que estar comprándola en camiones”, denunció una madre de familia.

Inseguridad creciente

Vecinos aseguran que después de las seis de la tarde es imposible estar tranquilos en las calles debido a la presencia de delincuentes. Por eso, demandan un mayor patrullaje policial para garantizar la seguridad de sus familias.

Los residentes de Juan Tomás hacen un llamado urgente al presidente Luis Abinader, para que visite la zona y escuche sus reclamos de primera mano. Dicen estar cansados de promesas incumplidas y claman por un cambio real que les devuelva la dignidad y la calidad de vida que merecen.