Lee Jae-myung y Donald Trump celebrarán su primera cumbre bilateral el 25 de agosto en Washington
La reunión busca fortalecer la alianza bilateral frente a los desafíos regionales y globales, incluyendo la seguridad, la economía y la desnuclearización de la península coreana.
Actualizado: 12 de Agosto, 2025, 12:29 AM
Publicado: 12 de Agosto, 2025, 12:18 AM
Washington D.C..– El presidente de Corea del Sur, Lee Jae-myung, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, sostendrán su primera cumbre oficial el próximo 25 de agosto en la Casa Blanca, según confirmó este martes la oficina presidencial surcoreana.
La reunión busca fortalecer la alianza bilateral frente a los desafíos regionales y globales, incluyendo la seguridad, la economía y la desnuclearización de la península coreana.
Lee viajará a Estados Unidos entre el 24 y el 26 de agosto, acompañado por la primera dama, Kim Hye-kyung, por invitación de Trump. Durante su estancia, ambos mandatarios participarán en una reunión privada y un almuerzo de trabajo.
La portavoz presidencial Kang Yu-jung explicó que los líderes abordarán cómo profundizar la alianza estratégica integral entre ambas naciones, adaptándola al nuevo entorno internacional.
En la agenda figuran temas clave como la postura combinada de defensa, el impulso a la paz regional, la coordinación para la desnuclearización y la ampliación de la cooperación económica.
Seguridad regional y tensiones con Corea del Norte
Desde el regreso de Trump al poder, ha crecido la incertidumbre sobre el futuro de la presencia militar estadounidense en Corea del Sur. Actualmente, Estados Unidos mantiene desplegados unos 28,500 soldados en el país, pero Trump ha sugerido en varias ocasiones la necesidad de aumentar la contribución económica de Seúl al mantenimiento de esas tropas.
El comandante de las Fuerzas Armadas de EE. UU. en Corea del Sur, general Xavier Brunson, declaró recientemente que lo más relevante no es la cantidad de soldados, sino sus capacidades operativas, considerando el entorno cambiante en la región, con amenazas constantes desde el norte y la creciente influencia de China y Rusia.
Mientras tanto, el régimen de Kim Jong-un mantiene una actitud hostil. Su hermana, Kim Yo-jong, calificó recientemente a Corea del Sur como "el enemigo" y rechazó los intentos de desnuclearización.
Por su parte, el ministro de Defensa norcoreano, No Kwang-chol, advirtió sobre posibles represalias si se considera provocativa la realización del ejercicio militar conjunto Ulchi Freedom Shield (UFS) entre EE. UU. y Corea del Sur.
Cooperación económica y tensiones arancelarias
Uno de los puntos sensibles de la cumbre será el reciente pacto comercial bilateral alcanzado a finales de julio. Este acuerdo contempla una reducción del 15 % en aranceles automotrices, pero deja temas abiertos, como:
- La imposición de un posible arancel del 100 % a semiconductores extranjeros anunciada por Trump, del cual Corea del Sur afirma estar exenta por su estatus de Nación Más Favorecida. No obstante, EE. UU. aún no ha confirmado oficialmente esa exención.
También existe controversia sobre el mercado agrícola surcoreano. Mientras Seúl niega una mayor apertura, Trump insinuó lo contrario durante la presentación del pacto.
Además, declaraciones del secretario de Comercio de EE.UU., Howard Lutnick, asegurando que el 90 % de las ganancias de las inversiones surcoreanas en EE.UU. beneficiarían exclusivamente a los ciudadanos norteamericanos, fueron rechazadas por el Gobierno surcoreano.
El ministro de Finanzas, Koo Yun-cheol, defendió la vigencia del Tratado de Libre Comercio entre ambos países, pero no aclaró cómo se armonizarán las nuevas condiciones arancelarias con los beneficios previos.
