Conferencia del Episcopado Dominicano y las parturientas haitianas

La Conferencia del Episcopado Dominicano, nuevamente, habló con absoluta claridad al referirse al tema del fenómeno migratorio y, en particular, al odioso y deshumanizado asunto de las parturientas.

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Conferencia del Episcopado Dominicano y las parturientas haitianas

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Introducción.– Introducción

1.- No son más que unos embusteros por entero, impostores calificados y mendaces por formación, esos que dicen querer a Dios, a quien no ven, pero odian a los haitianos inmigrantes negros y pobres, a quienes sí ven.

2.- Ellos son los mismos que solo saben odiar, tener rencor; disfrutan con decir no poder ver ni en pintura al infeliz que come a veces.

3.- Así por así, son los que se han pasado todo el tiempo aparentando, haciendo comedia politiquera para, mediante el fingimiento, el simulacro y la pantomima, llevar a lo mejor del pueblo dominicano a vivir en la ignorancia.

El documento de la Conferencia del Episcopado Dominicano

4.- La Conferencia del Episcopado Dominicano, nuevamente, habló con absoluta claridad al referirse al tema del fenómeno migratorio y, en particular, al odioso y deshumanizado asunto de las parturientas.

5.- El gobierno dominicano, al momento de elaborar el protocolo a seguir con las parturientas haitianas, olvidó que esas mujeres llegan a nuestros centros hospitalarios a convertirse en madres para proporcionarle  la vida a una criatura, a un ser humano.

6.- Resulta amargo saber que en el país, en pleno siglo XXI, las salas de partos de nuestros hospitales se han convertido en punto de control migratorio.

 7.- No hay duda alguna de que la contención a las haitianas que vienen aquí a parir tiene componente de odio, discriminación y racismo, por lo que se destaca crueldad, deshumanización, endurecimiento y nada de compasión.

8.- Para sentarse a elaborar el protocolo contra las mujeres haitianas a punto de parir, había que tener la mente liberada de compasión y algo de humanidad. Fue una pieza hecha para hacer sentir mal y mortificar.

9.- El documento emitido por el Episcopado Dominicano tal vez sirve para poner a pensar a las autoridades dominicanas en el sentido de que, para hacer respetar la soberanía nacional, no hay que despojarse de humanismo.

10.- Predicar la defensa de los derechos humanos se convierte en una consigna hueca, vacía, cuando no hay coherencia entre respetar la dignidad humana y ponerla por el suelo, como ocurre con la ejecución del protocolo migratorio que lesiona el honor y la consideración de las haitianas parturientas en los hospitales dominicanos.

11.- Ahora, cuando Haití se ha convertido en la piedra de toque de la solidaridad internacional, en expresión objetiva del apoyo a las causas justas, el país nuestro se destapa con el apresamiento de las haitianas al momento de parir.

12.- No hay que hacer el mayor esfuerzo para saber que la puesta en práctica del protocolo contra las parturientas haitianas ha colocado a nuestro país en una posición desagradable ante el concierto de naciones.

13.- Desdice mucho de un gobierno que se presenta como sensible ponerse a hacer operaciones que lo colocan fuera de humanizar y sí dentro de endurecer.

14.- Ante el silencio de la generalidad de las organizaciones políticas sistémicas, significa mucho la voz de indignación del Episcopado Dominicano por el caso que lesiona a las parturientas haitianas.

15.- La coherencia en la defensa de la especie humana manda a ser intérprete de los que, bajo cualquier circunstancia, son víctimas de daños físicos y morales.

Ramón Antonio (Negro) Veras

Ramón Antonio (Negro) Veras

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