La proliferación de plagas y el hedor en toda la zona preocupa a los residentes
Santo Domingo.– Por el huracán Erin, al país generó terror entre quienes no tenían cómo proteger sus pertenencias ni a dónde trasladarse desde la zona de la cañada Los Humildes, en Santo Domingo Norte.
Rafael Núñez, dirigente comunitario de la zona, asegura que permanece en alerta vigilando el nivel de la cañada, que antes estaba cubierta por concreto y servía como callejón y paso peatonal, colapsó hace tres meses y hoy permanece abierta.
Estos ratones e insectos que habitan en este lugar, según los residentes, también salen y penetran hasta sus viviendas, lo que los ha obligado a colocar planchas y mallas metálicas tanto en sus puertas y ventanas, y así evitar que las plagas entren a sus casas y enfermen a todos sus familiares.
La comunidad, que ya no quiere vivir con miedo, exige a las autoridades reparar la obra antes de que ocurra una tragedia, ya que la temporada ciclónica continúa.