Dos Minutos: democracia más exigente

Hay tres motores claros: Uno, la economía cotidiana, deuda pública alta, inflación persistente y servicios públicos que no mejoran al ritmo de lo esperado.

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Dos Minutos: democracia más exigente

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Santo Domingo.- En redes sociales se percibe un ambiente de irritación creciente hacia el gobierno del presidente Abinader. Basta dar un simple paseo por los comentarios que se generan acerca de las iniciativas públicas de la administración.


No es una revuelta, pero sí un murmullo constante, muchas voces en tono irónico que revelan malestar, incomodidad, un manto pesimista. Ese ruido no siempre representa a la mayoría. Las encuestas aún colocan al presidente con más del 57% de aprobación, pero amplifica frustraciones específicas, muchas de ellas legítimas, sin dudas.


Hay tres motores claros. Uno, la economía cotidiana, deuda pública alta, inflación persistente y servicios públicos que no mejoran al ritmo de lo esperado. Dos, el contraste entre promesas ambiciosas y ejecuciones lentas, lo que genera la sensación de que el cambio se detuvo.


Tres, una ciudadanía más crítica y menos tolerante que en el primer mandato, donde la pandemia suavizaba las exigencias. Lo preocupante no es sólo la crítica en sí, sino su tono, cargado de ansiedad, como si el país estuviera en un punto de quiebre emocional. Y en política la percepción pesa tanto como la realidad.


¿Cómo se responde a esto? No con confrontación ni con indiferencia. La irritación debe ser leída como señal de agotamiento, de urgencia, de necesidad, de visibilidad.
Gobernar bien ya no basta.


Hay que saber mostrarlo y sobre todo escuchar antes que explicar.

Víctor Bautista

Víctor Bautista

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